LA RAZA CAPRINA DE LAS MESETAS
Nada se sabe del origen de esta raza, que en tiempos fue conocida también como “Agrupación de las Mesetas”, o “Cabras serranas”. De este núcleo poblacional, fueron diferenciándose distintas razas. Su aspecto es el de una cabra de origen pirenaico y en ella son predominantes los cuernos prisca. Emparentada sin duda con Guadarrama y Verata, con las que compartió (y comparte) ámbito geográfico.
No se sabe con exactitud el censo que puede quedar en pureza, aunque no se estiman más de 3.000 ejemplares, y muy pocos están inscritos en el Libro Genealógico. La falta de reproductores y su aislamiento obligaron a los ganaderos a cruzar, aunque con muy escaso éxito si eran cabras de leche intensivas.
El estándar racial puede consultarse en el Programa de Cría. Las características de esta raza estaban poco definidas, y hemos ido ajustándolas en la nueva normativa. De forma genérica puede decirse que son animales eumétricos, con tronco y extremidades fuertes, con musculatura justa y aspecto fino y vivo. Sus capas son predominantemente oscuras (negras o pardas), con degradaciones y mezclas de blanco y negro. Así las principales capas son negra, negra con degradaciones en blanco o rojo/pardo, berrendas y cárdenas (según la mezcla de pelo blanco y negro), castañas y cremas con degradaciones negras (albardadas).
SISTEMAS DE CRÍA
Estuvo ampliamente extendida por la submeseta norte, en rebaños pequeños o acompañando a los rebaños de ovejas, proporcionando leche fresca y cabritos a sus dueños, ya que la leche de oveja no se consumía, y las vacas eran básicamente para el trabajo.
En la actualidad quedan pocos rebaños de esta raza, con verdaderos problemas para la obtención de sementales para compra o intercambio. La mayoría siguen ordeñando, aunque solo hay una ganadería en control lechero oficial. También hay pequeños rebaños, o piaras integradas en los rebaños de ovino, que no se ordeñan, y cuya única producción es el chivo lechal.
PRODUCCIONES
Actualmente los rebaños de caprino se centran en la producción de leche, cría de cabritos lechales, la ayuda al desbroce del monte y la creación de abono natural.
Producción de leche
La LECHE ha sido el motor productivo de las ganaderías caprinas, grandes o pequeñas, ya que hasta los años 50 era la leche más consumida directamente.
Cabritos lechales
Si excelente es la leche de estas cabras, qué decir del CABRITO LECHAL. Con pesos entre 7 y 9 kg. su finura y sabor lo convierten en plato exquisito.
Desbroce y Abono
Queremos hacer mención al trabajo que las razas caprinas extensivas, y por ende, La Raza de las Mesetas, realizan en las zonas de montes y pastizales de nuestro país.
SISTEMAS DE CRÍA.
Estuvo ampliamente extendida por la submeseta norte, en rebaños pequeños o acompañando a los rebaños de ovejas, proporcionando leche fresca y cabritos a sus dueños, ya que la leche de oveja no se consumía, y las vacas eran básicamente para el trabajo.
En la actualidad quedan pocos rebaños de esta raza, con verdaderos problemas para la obtención de sementales para compra o intercambio. La mayoría siguen ordeñando, aunque solo hay una ganadería en control lechero oficial. También hay pequeños rebaños, o piaras integradas en los rebaños de ovino, que no se ordeñan, y cuya única producción es el chivo lechal.
Producción de Leche
La LECHE ha sido el motor productivo de las ganaderías caprinas, grandes o pequeñas, ya que hasta los años 50 era la leche más consumida directamente. En esta raza actualmente la producción de leche se dedica al 100% a la producción de queso, aunque hay que decir que no todas ordeñan. De hecho, en muchas se opta por ordeñar una sola vez al día, lo cual merma las producciones, ya que las ganaderías, que se encuentran en zonas apartadas, tienen dificultades para comercializar la leche, así que tampoco exigen demasiado a sus cabras a la hora de producir, puesto que hay una mala venta.
Este sistema hace que los animales no puedan exhibir todo el potencial productivo lechero que podrían llegar a tener. En la única ganadería que hace Control Lechero Oficial con dos ordeños diarios, la media de producción es de 300 litros normalizada a 210 días, y con hembras que tienen lactaciones de más de 400 litros; así que puede afirmarse que es una raza excelente para la producción de leche.
En estas condiciones, sobra decir que los quesos obtenidos con esta leche son de una calidad excepcional, teniendo excelentes ejemplos en Castilla y León.
Cabrito Lechal
Si excelente es la leche de estas cabras, qué decir del CABRITO LECHAL. Con pesos entre 7 y 9 kg. su finura y sabor lo convierten en plato exquisito. Suelen comercializarse enteros o por cuartos, con o sin cabeza y asadura. El periodo de cría suele ir entre los 40 – 60 días, variable según sean partos simples o múltiples muy habituales en esta especie, sobre todo cuando está bien suplementada.
Es sin embargo un producto muy poco reconocido en nuestra comunidad autónoma, donde no existe lonja específica para este producto, a diferencia de otras limítrofes, como Galicia, Asturias, Extremadura o nuestro país vecino Portugal, donde muchas veces terminan nuestras canales. Es muy difícil encontrarlo en cartas de restaurantes, salvo encargándolo expresamente, y su cotización suele estar por debajo de la del lechazo ovino; como mucho en buenas épocas puede equipararse en precio.
Ninguna explotación dentro de la Asociación dispone de amamantadora mecánica, por lo que esta raza puede garantizar una calidad y un sabor excepcional de sus productos, a diferencia de los de razas lecheras, que sistemáticamente practican la lactancia artificial.
Desbroce y Abono
Queremos hacer mención en primer lugar del trabajo que las razas caprinas extensivas, y por ende, La Raza de las Mesetas, realizan en las zonas de montes y pastizales de nuestro país. Son las mejores desbrozadoras naturales, llegando hasta los últimos rincones inaccesibles, y manteniendo los terrenos libres para aprovechamiento de otras especies, y evitando desastres naturales como la propagación de incendios, al eliminar el primer combustible arbustivo, que es el que más fácilmente arde.
Es una raza extraordinariamente rústica, tiene una enorme repercusión medioambiental en las zonas que ocupa, donde mantiene a raya la invasión de maleza, y puede mantenerse con el pasto natural, de gran riqueza y diversidad de especies vegetales; puede mantenerse incluso en jarales donde otras especies no son capaces ni de entrar. Los animales solo están en el las naves tras el parto y el amamantamiento de los cabritos, aunque pasen después diariamente por la sala de ordeño. Es una raza ideal para los sistemas extensivos ecológicos.
Y algo que no suele mencionarse al hablar de producciones en pequeños rumiantes, es EL ABONO. Tal vez porque, a diferencia de las ganaderías intensivas, no es ningún problema, y es un producto muy buscado para viñedos y producción ecológica. Suelen utilizarlo las propias granjas, aunque en ocasiones los ganaderos lo intercambian con agricultores locales a cambio de paja o forraje.
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